El estrés por calor es un problema común para los rumiantes, incluidas las vacas lecheras, las vacas nodrizas, el ganado vacuno, los terneros, etc. Está causado por las altas temperaturas durante los meses de verano, que pueden tener un impacto negativo en su salud y bienestar. Es causada por las altas temperaturas durante los meses de verano, que pueden tener un impacto negativo en su salud y bienestar. En este artículo veremos los efectos del estrés térmico en los rumiantes y cómo limitar sus consecuencias.
Efectos del estrés térmico sobre los rumiantes en la producción ganadera
El estrés térmico se produce cuando la temperatura ambiente es superior a la temperatura corporal normal de los animales, que es de unos 38,5°C para los rumiantes. Cuando hace calor, la temperatura corporal de los rumiantes puede aumentar, lo que puede causarles malestar fisiológico. Los síntomas del estrés térmico incluyen un aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca, una disminución de la producción de leche, una disminución del apetito, una disminución de la fertilidad y un aumento de la mortalidad. Descubra nuestra solución Thermo®Plus para sus rumiantes durante los periodos de mucho calor.
Signos de estrés térmico en rumiantes
Las vacas lecheras son especialmente sensibles al estrés térmico. Esto se debe a que su producción de leche está vinculada a su consumo de alimento y agua. Durante el estrés por calor, las vacas lecheras pueden reducir su ingesta de agua y alimento, lo que puede provocar una disminución de la producción de leche. Además, el estrés térmico puede afectar a la calidad de la leche, sobre todo en términos de menor contenido en grasa y mayor recuento de células somáticas.
Efectos del estrés térmico sobre los rumiantes en la producción ganadera
Las vacas nodrizas y el ganado vacuno también son vulnerables al estrés térmico. Cuando hace calor, pueden tener dificultades para mantener su peso corporal, lo que puede afectar a su salud a largo plazo. Los terneros también son sensibles al estrés térmico, ya que necesitan una temperatura corporal constante para desarrollarse adecuadamente. Cuando hace calor, los terneros pueden tener problemas digestivos y de crecimiento.
Proporcionar agua limpia y fresca para limitar el estrés térmico
Hay varias formas de combatir el estrés térmico en el ganado rumiante. En primer lugar, es importante suministrar suficiente agua limpia y fresca. Los rumiantes necesitan mucha agua para compensar la pérdida de agua por transpiración y respiración. Por lo tanto, es esencial garantizar que los animales tengan fácil acceso a agua fresca y limpia a lo largo del día.
Proporcionar sombra para reducir el riesgo de estrés térmico
Además, es importante proporcionar sombra a los animales. Los rumiantes pueden protegerse del sol cobijándose bajo árboles o refugios. Los refugios también pueden proporcionar aire fresco para ayudar a mantener una temperatura corporal normal. También es aconsejable reducir la carga ganadera durante los meses de verano para permitir una mejor circulación del aire.
Dieta adaptada para combatir el estrés térmico
También se puede proporcionar a los rumiantes una dieta adecuada en caso de estrés térmico. Los rumiantes necesitan una dieta equilibrada para mantener su salud y bienestar. Cuando hace calor, es importante suministrarles alimentos ricos en agua y electrolitos para ayudarles a mantener la hidratación. También pueden añadirse suplementos de sal a la dieta. Esto sirve para compensar las pérdidas de electrolitos debidas a la sudoración.
Limitar la actividad física durante las horas más calurosas del día
Por último, se recomienda limitar las actividades físicas durante las horas más calurosas del día. Los rumiantes pueden cansarse más rápidamente cuando hace calor, lo que puede acarrear problemas de salud. Por eso es mejor programar actividades como el ordeño, la alimentación y el traslado de animales a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando las temperaturas son más frescas.
Adopción de medidas adecuadas durante las olas de calor en el ganado rumiante
En conclusión, el estrés térmico es un problema común para el ganado rumiante, especialmente durante los meses de verano. Es importante tomar medidas para limitar el estrés por calor en vacas lecheras, vacas nodrizas, bovinos y terneros para mantener su salud y bienestar. Es importante proporcionar agua limpia y fresca, sombra, una nutrición adecuada y limitar la actividad física durante las horas de más calor. Todas estas acciones pueden ayudar a reducir el riesgo de estrés térmico en los rumiantes. Los ganaderos pueden asegurarse de que sus animales se mantengan sanos y productivos durante todo el año.